viernes, 28 de julio de 2023

Buenos días, tristeza - Françoise Sagan

Buenos días, tristeza puede catalogarse como una novela de verano, por su facilidad de lectura, su aparente ligereza, porque la historia transcurre en verano, y porque ésta misma pudiera parecer a priori una historia sencilla. Sin embargo, es mucho más que eso. Al margen del boom editorial que supuso, la obra puede enmarcarse dentro la ‘tradicional’ característica de la literatura francesa, de la novela de análisis psicológico escrita en primera persona. Pero sobre todo, y así se denominó al momento de su publicación, “la obra es una producción especialmente hija de su tiempo”. Una obra contextualizada en el ambiente de cambio social que vivía Francia en los años 50.

Es la primera novela de su autora, Françoise Sagan, publicada en 1954 a la edad de 19 años. Se convirtió en pocos meses en el mayor éxito inmediato del mundo editorial francés. Traducida a 25 idiomas, incluido el latín. Y con una adaptación cinematográfica (1958) a manos del célebre Otto Preminger, con las interpretaciones de Jean Seberg, Deborah Kerr y David Niven.

Ediciones Cátedra ha recuperado la obra en una colección que conmemora el 50 aniversario de la editorial, para la que ha elegido ocho obras publicadas originalmente en sus colecciones más reconocidas (Letras Hispánicas y Letras Universales). En esta edición acompaña la obra con una introducción a modo de contextualización o guía de lectura que analiza la relevancia de la misma. Entre los análisis, se incluye un estudio que hace referencia a la obra de Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray.

Buenos días, tristeza es la historia de una catástrofe sentimental. Raymond y Cécile, padre e hija, están acostumbrados a una vida despreocupada, caprichosa incluso, hasta que un verano reaparece una vieja amiga con la que Raymond decide casarse y asentar su vida. Esto supondrá para Cécile un cambio hacia una vida más ordenada o, en cualquier caso, un cambio drástico a su vida tal y como se desarrollaba hasta el momento. Cuestión que en un principio no parece desear y por lo que idea un plan para “distraer” a su padre con otra joven.

Una obra escrita con suma delicadeza que destila melancolía e impotencia por lo que pudo haber sido y no fue. Un relato escrito en primera persona por una narradora que da conocer el camino que le ha llevado a la tristeza, relatando el episodio clave vivido en la adolescencia y que fracturó su estado de felicidad absoluta.

Una crisis existencial sobrevuela esta historia contextualizada en un ambiente de cambio en la sociedad francesa de los años 50, que fue el caldo de cultivo de la Françoise Sagan adolescente. Conociendo este contexto queda evidenciado que la obra es, como se dijo, “hija de su época”.

Tal y como se expone en la Introducción de la mencionada reciente edición de Ediciones Cátedra: «La experiencia existencial que se entresaca del texto Buenos días, tristeza surge al calor de la profunda evolución de mentalidad cuyos primeros síntomas está experimentando en aquellos momentos la columna vertebral de la sociedad francesa: la burguesía».

Historiadores y sociólogos marcaron la década de los cincuenta en Francia como el cambio de una época. Al contrario que en los periodos de postguerra, la sociedad francesa no va a conocer una crisis provocada por circunstancias económicas (de hecho, se produce un despegue de los sectores económicos). “La crisis del statu quo francés que comienza en los cincuenta será esencialmente una crisis de identidad”. Entre sus circunstancias está el proceso descolonizador, o las continuas crisis gubernamentales del periodo en el que se gestó la obra.

Debido al desarrollo de los mass media, «en el caso de la literatura, a la burguesía letrada, alimentada con la literatura clásica, le va a suceder un público atento a la imagen que del hecho cultural van a tener los medios comunicación: se leerá al autor objeto de promoción publicitaria, al premiado o a aquél que ha conocido la notoriedad por moda, escándalos o estrategias de marketing. Por primera vez el escritor de éxito se convertirá en un producto que hay que vender porque se crea la necesidad de imitarlo (…)». Así Françoise Sagan también se convierte en “personaje por extensión” y los medios comienza a dar cabida a las idas y venidas de la vida de la autora. Lo que agranda todavía más el fenómeno, literario en relación a la obra, y el fenómeno Françoise Sagan.


BUENOS DÍAS, TRISTEZA
Françoise Sagan
Ediciones Cátedra, 2023 (Colección Cinco Décadas)
208 Págs.
Bonjour, tristesse
[Traducción: Pilar García]

 

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