La sorpresa
El éxito de la novela se alimentaba de una estrategia de marketing muy astuta que apelaba a la curiosidad. Invitaba a leer el libro pero sin dar detalles ni desvelar la trama, a fin de que el lector se enfrentara a la lectura sin saber qué iba a encontrarse y que después guardase en secreto "la sorpresa". Como resultado, un fenómeno de ventas en todo el mundo que si bien a algunos ha gustado mucho a otros no ha llegado a entusiasmar demasiado. Mucho ruido y pocas nueces.
Una historia sobre el holocausto pero que nada tiene que ver a lo que se ha escrito hasta ahora. Una historia paralela de lo que sucedió entre aquellos que sufrieron el holocausto y aquellos que se vieron del lado del régimen, narrada bajo la perspectiva de un niño de nueve años, hijo de un general nazi destinado a Auschwitz para dirigir el campo de concentración.
John Boyne (Dublín, 1971) ha plasmado su firma en publicaciones de diferentes géneros. Trece, hasta este momento, entre relatos, novela de ficción y no ficción. De todas ellas, la que lo ha catapultado al éxito ha sido El niño con el pijama de rayas. En Irlanda fue número uno todo un año, y en España ocupó la lista de los más vendidos durante casi año y medio. Ha vendido más de cuatro millones de ejemplares en todo el mundo, siendo traducida, incluido el braille, a más de cuarenta idiomas. Ha sido galardonada con dos Irish Book Award, finalista del Brititsh Book Award y Premio de los Lectores de la revista española Qué Leer en 2007. En España precisamente, en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, pero fuera de concurso, se presentó la película que recibió el Goya al mejor film europeo. Una adaptación bastante fiel salvo pequeños detalles que no escapan a los lectores de la novela, pero que son meros gazapos que no afectan a la trama. Tras este rotundo éxito, Boyne ha mostrado interés por afrontar hechos históricos desde un prisma diferente –vease Motín en la Bounty- pero lo que realmente le caracteriza es el ingrediente emotivo que añade a sus obras.
La originalidad de su narrativa da como resultado novelas juveniles recomendables al público adulto, como El increíble caso de Barnaby Brocket, publicado recientemente en España por Nube de Tinta, o la novela que nos ocupa. Aunque en lo referido a literatura juvenil sobre el holocausto me decantaría más por Diario de Anna Frank o Muscha. En cualquier caso, tiene esa facilidad de lectura y emotividad que la hacen mantenerse en las estanterías más visibles de las librerías.
El niño con el pijama de rayas es una novela con sorpresa, y es esa sorpresa la única carga emotiva del libro. Un desenlace sorpresivo que te deja helado, en cualquiera de los sentidos. Helado por indiferencia, helado por emoción, helado de sorpresa…. Sobre todo lo anterior a la sorpresa, nada que decir. Como leí en una crítica de Papelenblanco.com: ingenuidad narrativa. La mejor manera de explicar lo que contiene El niño con el pijama de rayas. Me resulta curioso que, habiendo leído Memorias de un amigo imaginario, también escrito bajo la perspectiva de un niño de ocho años, a éste no le pondría el mismo calificativo porque en la medida de lo posible trata de hacer reflexionar a su personaje. Sin embargo, Boyne no fuerza lo mas mínimo a su protagonista y Bruno se queda en un niño que vive el holocausto desde el otro lado de la valla con una ingenuidad pasmosa.
EL NIÑO CON EL PIJAMA DE RAYAS
John Boyne
Salamandra, 2007
224 Págs.
The boy in the striped pyjamas
Libro - Película
* Crítica en Papelenblanco.com - leer
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