Reza la contraportada del libro que fue recibido como un gran acontecimiento literario. Bernhard Schlink ya había gozado de éxito con sus primeras novelas policíacas, pero con El lector marcó un hito en la literatura alemana siendo la primera novela alemana en llegar a la lista de los más vendidos del New York Times.
Schlink, escritor y jurista alemán, trabaja como juez entre Bonn y Berlín. Como escribiente sus novelas policíacas gozaron de éxito reconocido por público y crítica. En 1997 publicó El lector en Alemania y pronto se tradujo a más de treinta idiomas siendo reconocida con importantes premios literarios: el Ehrengabe de la Düsseldorf Heinrich Heine Society, el premio Welt, el Hans Fallada de la ciudad de Neumuenster, el premio italiano Grinzane Cavour y el francés Laure Bataillon. El lector fue incluído en la currícula universitaria de los cursos de literatura alemana y sobre el Holocausto. Ríos de tinta se han escrito sobre el holocausto y sus consecuencias, pero ninguna como ésta, capaz de generar un debate ético y moral más allá del holocausto que no deja indiferente.
Michael Berg tiene quine años, conoce a Hanna Schmitz, veinte años mayor que él, por casualidad. Ella le atiende cuando está enfermo y tiempo después empiezan una relación. Una relación de pasión y libros. Michael lee libros a Hanna en la intimidad de su apartamento, convirtiéndose así en su amante y su lector. Michael, un joven como cualquier otro de su edad hasta entonces, empieza a afrontar la vida con más seguridad y a experimentar nuevos sentimientos. De la noche a la mañana Hanna desaparece sin dejar huella. El joven no tiene otra que continuar con su vida pero el destino, capricho vuelve a cruzarlos. Han pasado los años y Michael es ya estudiante de derecho en la universidad, en uno de sus seminarios asiste al Palacio de Justicia para presenciar uno de los juicios contra crímenes de guerra. Hanna Schmitz, ex miembro de las SS y guardiana de un campo de concentración, es juzgada junto con otras guardianas. Atónito, Michael acude a cada una de las sesiones del juicio, encuentra explicaciones a muchas de las cosas que sucedieron durante su relación y al por qué de la actitud y las acciones de Hanna, hasta el punto de crearle un dilema moral: “Quería comprender y al mismo tiempo condenar el crimen de Hanna”.
Schlink exhibe un distinguido estilo, sencillo y directo, capaz de transmitir las emociones y sentimientos del personaje. Con suma habilidad trae y lleva al lector del pasado al presente, sin brusquedad y con una fluidez hipnotizadora. La novela está dividida en tres partes. Los protagonistas se conocen y se separan en la primera parte. La segunda, el reencuentro. El núcleo de la novela donde se genera la encrucijada ética y moral que Schlink traslada de la piel de los protagonistas al pensamiento del lector. La tercera y última parte del libro se inicia con la finalización del juicio. Hanna es condenada y transcurre un tiempo hasta Michael, divorciado y con una hija, se encuentra cara a cara con Hanna Schmitz, la mujer que, de una manera y otra, dejo mella en su vida.
El lector recibió, sobre todo, críticas alabadoras, pero algunos dejaron su desacuerdo por la superfluidad con la que, parece, se abordan los crímenes nazis. No obstante, ésta no es una novela sobre los crímenes de guerra, no es una novela al uso sobre el holocausto, sino un nuevo punto de vista sobre aquellos a los que las circunstancias les arrastró al lado del régimen, y un análisis sobre la felicidad, la libertad y la dignidad.
Schlink, escritor y jurista alemán, trabaja como juez entre Bonn y Berlín. Como escribiente sus novelas policíacas gozaron de éxito reconocido por público y crítica. En 1997 publicó El lector en Alemania y pronto se tradujo a más de treinta idiomas siendo reconocida con importantes premios literarios: el Ehrengabe de la Düsseldorf Heinrich Heine Society, el premio Welt, el Hans Fallada de la ciudad de Neumuenster, el premio italiano Grinzane Cavour y el francés Laure Bataillon. El lector fue incluído en la currícula universitaria de los cursos de literatura alemana y sobre el Holocausto. Ríos de tinta se han escrito sobre el holocausto y sus consecuencias, pero ninguna como ésta, capaz de generar un debate ético y moral más allá del holocausto que no deja indiferente.
Michael Berg tiene quine años, conoce a Hanna Schmitz, veinte años mayor que él, por casualidad. Ella le atiende cuando está enfermo y tiempo después empiezan una relación. Una relación de pasión y libros. Michael lee libros a Hanna en la intimidad de su apartamento, convirtiéndose así en su amante y su lector. Michael, un joven como cualquier otro de su edad hasta entonces, empieza a afrontar la vida con más seguridad y a experimentar nuevos sentimientos. De la noche a la mañana Hanna desaparece sin dejar huella. El joven no tiene otra que continuar con su vida pero el destino, capricho vuelve a cruzarlos. Han pasado los años y Michael es ya estudiante de derecho en la universidad, en uno de sus seminarios asiste al Palacio de Justicia para presenciar uno de los juicios contra crímenes de guerra. Hanna Schmitz, ex miembro de las SS y guardiana de un campo de concentración, es juzgada junto con otras guardianas. Atónito, Michael acude a cada una de las sesiones del juicio, encuentra explicaciones a muchas de las cosas que sucedieron durante su relación y al por qué de la actitud y las acciones de Hanna, hasta el punto de crearle un dilema moral: “Quería comprender y al mismo tiempo condenar el crimen de Hanna”.
Schlink exhibe un distinguido estilo, sencillo y directo, capaz de transmitir las emociones y sentimientos del personaje. Con suma habilidad trae y lleva al lector del pasado al presente, sin brusquedad y con una fluidez hipnotizadora. La novela está dividida en tres partes. Los protagonistas se conocen y se separan en la primera parte. La segunda, el reencuentro. El núcleo de la novela donde se genera la encrucijada ética y moral que Schlink traslada de la piel de los protagonistas al pensamiento del lector. La tercera y última parte del libro se inicia con la finalización del juicio. Hanna es condenada y transcurre un tiempo hasta Michael, divorciado y con una hija, se encuentra cara a cara con Hanna Schmitz, la mujer que, de una manera y otra, dejo mella en su vida.
El lector recibió, sobre todo, críticas alabadoras, pero algunos dejaron su desacuerdo por la superfluidad con la que, parece, se abordan los crímenes nazis. No obstante, ésta no es una novela sobre los crímenes de guerra, no es una novela al uso sobre el holocausto, sino un nuevo punto de vista sobre aquellos a los que las circunstancias les arrastró al lado del régimen, y un análisis sobre la felicidad, la libertad y la dignidad.
En 2008, Stephen Darly (director de Billy Elliot y Las Horas) llevó al cine la película logrando cinco nominaciones a los Oscar. Kate Winslet logró su primera estatuilla con la interpretación de Hanna Schmitz. La película es sin duda recomendable, sin embargo, después de leer el libro se aprecia que no ha logrado reflejar con claridad algunos sentimientos clave en varios momentos de la historia. Lean el libro y, después, ya verán la película.
EL LECTOR
Bernhard Schlink
Anagrama, 1997
208 Págs.
Trailer de la película
En Amazon: libro y película
ESTA PELICULA ESTA MUY BUENA Y ESTA BASADA EN EL AMOR DE UN JOVEN DE 15 AÑOS ENAMORADO DE UNA MUJER DE 20 AÑOS
ResponderEliminarHola Luisa
Eliminar¿Has leído el libro? Es más profundo que la película. Anímate!