He de admitir que descubrí a Anton Chéjov gracias a El lector. La novela de Bernhard Schlink, protagonizada en el cine por una excelente Kate Winslet; en la que un joven lee libros a una mujer mucho mayor que él con la que mantiene además una relación. Años más tarde él descubrirá... Hasta ahí puedo leer. Uno de los libros que continuamente solía leer el joven era La señora del perrito, el cuento más famoso de A. Chéjov. Así que después de ver la película y leer el libro, o viceversa, este síndrome que los japoneses llaman tsundoku (palabra japonesa que representa el acto de comprar libros y no leerlos, apilar libros no leídos en el suelo o en estanterías), me llevó a comprar un ejemplar de La señora del perrito. Concretamente, la novena reimpresión de La señora del perrito y otros cuentos (Ed. Alianza).
He leído en alguna, parte, en alguna ocasión (o en varias), cómo el cuento es considerado un género menor. Mal considerado. ¡Allá ellos! Mientras se equivocan con sus consideraciones, yo, de vez en cuando, me topo con 'joyas' como ésta. Y eso que rara vez me verán con un libro de cuentos o relatos entre manos.
El cuento que da título al libro, La señora del perrito, es una de las obras más conocidas del autor. Se publicó por primera vez en la revista Pensamiento ruso, en 1899. La escribió en Yalta, lugar donde se inicia la historia que relata, cuando ya estaba enfermo de tuberculosis. Anton Chéjov (1860-1904) descubrió que estaba enfermo al terminar sus estudios de medicina. En ese momento también fue consciente de que su futuro pasaba por continuar haciendo lo que hasta ese momento había sido su medio de vida. Mientras estudiaba colaboró con varias revistas escribiendo cuentos bajo el seudónimo de Antosha Chejonte. Y gracias a que no tuvo pretensiones de ejercer como médico, la literatura ganó un gran cuentista. Hoy considerado el maestro del cuento.
Los relatos que se han agrupado en esta edición corresponden al período de 1882 a 1899. Los más representativos de su producción, tal y como afirma Juan López-Morillas en la nota preliminar.
Chéjov tiene una genial habilidad para relatar lo más complejo, como pueden ser situaciones emocionales, de la manera más sencilla. Interiorizando en el lector la reflexión sin que sea verdaderamente consciente de ello.
Otra de las características de Chéjov que podemos también apreciar en La señora del perrito, es la ausencia de un final cerrado. Sus cuentos son el relato de unos hechos que transcurren en una historia. Así, el cuento finaliza con sus protagonistas haciendo planes de futuro. Aunque lleguemos al punto final de la obra, del relato, sabemos, apreciamos, que la historia en sí no ha terminado.
Si no leen cuentos, si nunca han leído nada de Anton Chéjov, La señora del perrito tienen que leerlo. No porque sea el más representativo de su obra, que también, sino porque es un cuento atemporal. Y quizá, posiblemente, eso lo hace también representativo de él.
Una relación amorosa entre un hombre y una mujer, casados con sus respectivas, que al encontrarse casualmente encuentran o se re-encuentran con el amor que, al menos él, nunca sintió. ¿Es o no una historia atemporal?
LA SEÑORA DEL PERRITO Y OTROS CUENTOS
Anton Chéjov
Alianza, 2010 (novena reimpresión)
192 Págs.
Hola Amaia me ha encantado la palabrita: tsundoku y es que a todo tenemos que ponerle nombre, no sabía que era un síndrome :) y la anécdota de como llegaste al libro me parece curiosa. Por lo que cuentas sobre este libro creo que me podría gustar así que tomo buena nota de tu recomendación y a ver que me parece. Gracias por la reseña.
ResponderEliminar¡Hola! No había oído hablar de este libro pero no parece de mi tipo.... Aunque nunca se sabe que libros te pueden "llegar" :)
ResponderEliminarTe sigo, pásate por mi blog cuando tenga un huequito pls. Thalia ♥