Boris Vian, príncipe de Saint-Germain-des-Prés
Manual de Saint-Germain-des-Prés se publicó en 1979, veinte años después de la muerte de Boris Vian y cuarenta después de que lo finalizara. No existe la certeza completa de que la versión que se publicó fuera la que se compuso pero seguramente la más aproximada, en cuanto al texto. Los dibujos que debían acompañarlo se perdieron, junto con las galeradas.
Retrocedamos a 1949. El 3 de octubre Henri Pelletier, responsable de la colección Guides Verts de la editorial Toutain especializada en guías, mapas y planos, se encuentra con Boris Vian y le habla de los turistas que se aventuran por las calles del barrio parisino de Saint-Germain y «acaban de madrugada en una papelera a la entrada de un patio sin salida». Ese encuentro fortuito sirve para cerrar el acuerdo de publicar una guía de todo lo que hay que saber sobre Saint-Germain-des-Prés. ¿Quién mejor para escribirla que uno de los protagonistas del emblemático barrio?
Boris Vian, enfant terrible de la cultura de postguerra
Boris Vian (1920-1959), una de las figuras más prolíficas de la cultura francesa, del que este año Francia celebra su centenario: el Año Boris Vian comisariado por el artista francés Mathias Malzieu. Falleció joven, a la edad de 39 años víctima de un infarto fulminante, pero tuvo tiempo de dejar su impronta en diversas disciplinas.
Se graduó como ingeniero en 1942 pero apenas ejerció su profesión, decidió dedicarse a la literatura y la música. Llegó a ser un reconocido músico, trompetista de jazz que deleitó a su público del Tabou. También compositor, de óperas incluso, llegando a director artístico de la discográfica Philips en la que comenzó realizando un catálogo de jazz.
Posiblemente haya sido uno de los autores que más pseudónimos ha utilizado para firmar sus obras ―jazz, literatura o artículos periodísticos―. Entre novela y teatro firmó alrededor de una veintena de obras y con distintos nombres. Un artista polifacético y camaleónico.
Se graduó como ingeniero en 1942 pero apenas ejerció su profesión, decidió dedicarse a la literatura y la música. Llegó a ser un reconocido músico, trompetista de jazz que deleitó a su público del Tabou. También compositor, de óperas incluso, llegando a director artístico de la discográfica Philips en la que comenzó realizando un catálogo de jazz.
Posiblemente haya sido uno de los autores que más pseudónimos ha utilizado para firmar sus obras ―jazz, literatura o artículos periodísticos―. Entre novela y teatro firmó alrededor de una veintena de obras y con distintos nombres. Un artista polifacético y camaleónico.
Suponemos que el editor Henri Pelletier no imaginaba que Vian no iba a entregarle una guía al uso para turistas sobre Saint-Germain-des-Prés, sino un texto casi enciclopédico sobre «los saberes eruditos y prácticos que todo novato debía asimilar».
Boris Vian aprovechó la oportunidad para sugerir a la editorial Toutain que publicara dos obras que tenía finalizadas: La hierba roja y la obra de teatro L’équarrissage pour tous. A pesar de que la literatura había llevado a Toutain a la bancarrota aceptó su edición para la rentrée de 1950, justo cuando el autor pondría punto y final al Manual con el que la editorial pensaba ganar una fortuna.
En 1959 el Collège de Pataphysique solicita a Boris Vian datos bibliográficos para preparar un especial suyo. Vian respondió con respecto al Manual: «Se compuso. He perdido galeradas y texto. Dibujos de M. Henry, etcétera. Nunca se imprimió». Efectivamente, la bancarrota se consumó en la editorial Toutain. De La hierba roja a penas se distribuyeron mil ejemplares, mientras que otros tres mil quedaron amontonados en la imprenta. El Collège rescató de la imprenta de Ducrot los ejemplares perdidos de la novela incluidos los de la obra de teatro, pero no aparecieron las galeradas del Manual.
No obstante, gracias al interés de sus mujeres, Ursula Vian y Michelle Léglise Vian, y al editor Nöel Arnaud lograron encontrar el manuscrito y dos copias mecanografiadas con correcciones.
Sobre estos tres textos se editó Manual de Saint-Germain-des-Prés. Difícil certificar al cien por cien que el texto publicado fuera el que aprobó el autor, dada la ausencia de las galeradas, pero la editorial garantizaba haberse basado en el texto más elaborado de las tres copias que hallaron. El que contaba con más correcciones y notas manuscritas al margen.
Catecismo germanopratense contra gacetilleros
Esta es la historia de cómo se gestó el Manual. La historia que contienen sus páginas trata de la época dorada del barrio. Finales de la Segunda Guerra Mundial, Saint-Germain-des-Prés se convirtió en el epicentro de la vida cultural e intelectual parisina. También del disfrute. Eran tiempos en los que los existencialistas cohabitaban con el jazz como banda sonora. De las tertulias en los cafés entre artistas e intelectuales.
Ríos de tinta se han escrito sobre aquella época. Especulado también sobre esa bohemia intelectual que tertuliaba por el día, y por las noches se sumergía en las cuevas, el Tabou, esos sótanos acondicionados como cabarés o discotecas donde los hermanos Vian, entre otros, disfrutaban del jazz.
«Escupiré sobre vuestra tumba, el Tabou, Boris Vian: ¡símbolo trinitario (en una única persona) de la depravación moral!», escribe Nöel Arnaud en el Preepílogo. Una muestra de lo que se oía por aquél entonces. Hemos de situarnos entre 1946 y 1950 momento en que el autor finalizaba el Manual y se iniciaba el juicio por su novela Escupiré sobre vuestra tumba, publicada en 1946. La primera publicada bajo el heterónimo de Vernon Sullivan, un supuesto escritor estadounidense de raza negra. Una novela de serie negra con alto contenido de violencia y sexo por la que fue censurado y demonizado por la sociedad biempensante de París. Vian solo aparecía como traductor de la novela pero, finalmente, debió de reconocer su autoría y fue condenado «por ultraje a las buenas costumbres» con una multa de cien mil francos.
Le Tabou. La cueva de Boris Vian donde disfrutaba del jazz. | Fotografía: Robert Doisneau |
Una de las razones, o quizá la principal, por la que escribió este Manual fue la de denunciar la difamación de la prensa sensacionalista. Como suele ocurrir, estos que Vian llama con desdén «gacetilleros», mezclaban los excesos y libertades que se celebraban en algunos locales, fruto de la liberación y el fin de la guerra, con la filosofía existencialista que se extendía en las tertulias.
Ya en su primer bloque, «Realidad y mito», que comienza primero con el capítulo «Hechos y mitos legendarios», da muestra de la inquina y mala fe de esas plumas sensacionalistas recogiendo algunos fragmentos de prensa desde 1946 a 1950.
«Fieles a sus costumbres migratorias, y a sus instintos trogloditas, los dinamizadores del barrio de Saint-Germain-des-Prés (denominados existencialistas porque llevan camisas de cuadros)[…]».
«Es la juventud de los bajos fondos parisinos: un peculiar florecimiento del odio, la envidia, la estupidez y la sexualidad más vulgar. Esa es la cara de los existencialistas, ese es el credo de sus vidas […]».
En el siguiente capítulo, «Mitos y hechos reales», expone lo que considera la verdadera realidad del barrio. Historias y anécdotas de sus calles, cafés y personajes más populares.
El libro continúa con un segundo bloque, «Florilegio y personalidades», que sirve para presentar a todo aquél que formó parte de la vida del barrio. Semblanzas de alrededor de noventa ciudadanos ilustres, o no, de Saint-Germain-des-Prés. Es ésta la parte central y más suculenta del Manual. Continúa con «Las calles», donde establece los límites del barrio y hace también una semblanza de cada una de sus calles; para finalizar con «Posología e instrucciones de uso», el catecismo germanopratense ―como son conocidos los habitantes de Saint-Germain-des-Prés― en un juego de preguntas y respuestas.
«Es la juventud de los bajos fondos parisinos: un peculiar florecimiento del odio, la envidia, la estupidez y la sexualidad más vulgar. Esa es la cara de los existencialistas, ese es el credo de sus vidas […]».
En el siguiente capítulo, «Mitos y hechos reales», expone lo que considera la verdadera realidad del barrio. Historias y anécdotas de sus calles, cafés y personajes más populares.
El libro continúa con un segundo bloque, «Florilegio y personalidades», que sirve para presentar a todo aquél que formó parte de la vida del barrio. Semblanzas de alrededor de noventa ciudadanos ilustres, o no, de Saint-Germain-des-Prés. Es ésta la parte central y más suculenta del Manual. Continúa con «Las calles», donde establece los límites del barrio y hace también una semblanza de cada una de sus calles; para finalizar con «Posología e instrucciones de uso», el catecismo germanopratense ―como son conocidos los habitantes de Saint-Germain-des-Prés― en un juego de preguntas y respuestas.
Historiador de Saint-Germain-des-Prés
«La vida de un barrio es tan rica en acontecimientos de todo tipo que no se deja resumir en tan pocas líneas; pero si logro al menos transmitir al lector un poco de ese ambiente de Saint-Germain-des-Prés que ha conquistado a tantas mentes lúcidas, me sentiría cerca de haber conseguido mi objetivo». Boris Vian.
Lo que Boris Vian pretendió con Manual de Saint-Germain-des-Prés fue hacer obra de historiador. El Manual, en palabras del editor Nöel Arnaud, «no contiene solo la historia de Saint-Germain, ni solo su geografía, ni solo retratos y biografías de sus habitantes ni solo el arte de vivir esos lugares, sino todo eso junto y bien ordenado».
No pudieron incluirse las ilustraciones y dibujos que tenía previstos en las galeradas. Pero gracias a la editorial Gallo Nero , en una edición de 2017 traducida por Julia Osuna, a nuestras manos ha podido llegar esta singular obra de Boris Vian con un mapa ilustrado por David Cauquil del barrio de Saint-Germain-des-Prés con sus lugares más representativos que se mencionan en el libro: el Tabou, el Club Saint-Germain, librerías y editoriales varias, Les Deux Magots o Café de Flore.
El retrato de una época llena de creación y vida.
MANUAL DE SAINT-GERMAIN-DES-PRÉS
Boris Vian
Gallo Nero, 2017 (segunda edición)
224 Págs.
Manual de Saint-Germain-des-Prés
[Traducción: Julia Osuna]
¡Hola!
ResponderEliminarMe sonaba su nombre, pero realmente no sabía quién era, así que me ha encantado la entrada. Muy completa.
Ahora ya sé de dónde viene el título de la canción de un rapero XD
¡Un saludo!
LO del rapero no lo sé yo...
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