Por gustarme, de los libros de Máximo Huerta (me gusta llamarlo así) me gustan hasta los títulos, y sus portadas. Es un gran titulador. Los títulos de sus libros envuelven, evocan... Dan ganas de leer. La noche soñada, Mi lugar en el mundo eres tú, No me dejes... Con el amor bastaba es el título de su última novela.
El protagonista se llama Elio Ícaro, es un niño que descubre que tiene el don de volar. Su padre le aconseja que lo culte para que no se note que es diferente a los demás y trata de ayudar a esconder su peculiaridad.
Con el amor bastaba es una fábula sobre la necesidad de ser uno mismo, y reivindica la belleza de lo diferente.
Me ha recordado al realismo mágico de Mathias Malzieu, pero sin perder su propio estilo. Su estilo, su aroma, su tempo... La capacidad que tiene Máximo de transportarte, de llegarte, de ponerte la piel de gallina, de escribir y describir historias y sentimientos tan reales que parece que escribe sobre uno mismo. Máximo Huerta es, sobre todo, un gran narrador.
En esta novela recuerda a la narrativa oral, a las historias que antiguamente se transmitían de forma oral, a la mitología griega, a los cuentos que nos contaban las abuelas de niños. Y lo hace desde su contenido y continente. El cuento, la leyenda del niño que volaba. Y en su forma por los nombres que toma prestados de la mitología griega, del vuelo de Ícaro. Elio Ícaro su protagonista, Dédalo el padre y Sol la madre. Sin embargo, invierte la historia.
En el mito, Dédalo construye unas alas con plumas y cera para poder volar y escapar del laberinto de Creta junto a su hijo Ícaro. En la novela, Dédalo lo que trata es de buscar la manera de evitar que su hijo vuele. Y Sol, que en el mito destruye el vuelo, la felicidad, derritiendo la cera de las alas con su calor; en la novela la madre Sol desprende el calor del amor, de la madre que quiere la felicidad de su hijo.
Al igual que Elio al inicio de la historia, Máximo Huerta ha dado un gran salto con esta novela. No quisiera decir que a mejor si eso supone que sus anteriores novelas estén por debajo. Nada más lejos de la realidad. Pero sí es un salto a escribir una novela valiente. Ya lo hizo al «desnudarse» sentimentalmente con La parte escondida del iceberg; y ahora al emprender la dificultad de escribir una fábula que parezca realidad. Hacer creíble que un niño pueda volar.
Es una novela llena de simbología. Que no subestima al lector y que lo entiende suficientemente inteligente y capaz de comprender y descifrar esas claves.
Con el amor bastaba es una novela que va de menos a más. En cuanto a intensidad, en lo que se refiere a la estructura y la narración; así como en la evolución de la historia en sí. En la primera parte el don de Elio se presenta como algo negativo. El padre cree que su hijo debe tratar de ser normal porque así será más fácil. Y conforme evoluciona la historia esa rareza se convierte en positivo. La madre le incita a volar si es lo que le hace feliz. A vivir. Porque en realidad con el amor basta(ba).
Y tanto que Con el amor bastaba, cuando de lo que se trata es de reivindicar la belleza de lo que nos hace únicos.
CON EL AMOR BASTABA
Máximo Huerta
Planeta, 2020
288 Págs.
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