En los meses de julio y agosto las novedades brillan por su ausencia. Y, casi que es mejor para tomarse un respiro, echar mano de lecturas atrasadas, leer o releer algún clásico, y prepararse para la rentrée, que este año va a traer cosas muy interesantes.
En el escritorio me he preparado una pila de libros para leer este verano. No sé si llegará a terminarlos todos, pero ahí está la propuesta.
La semana pasada terminé La señora Fletcher, de Tom Perrotta (Libros del Asteroide). Ha sido una lectura amena y entretenida. Aunque no me he encontrado exactamente lo que esperaba, ha sido una buena lectura. Cuenta la historia de una mujer en el primer año de universidad de su hijo. El síndrome del nido vacío. >>Amazon<<
Ahora estoy terminando Al caer la luz, de Jay McInerney (Libros del Asteroide). Voy un poco retrasada con él porque es una lectura que requiere un poco de atención. No es una narrativa ligera pero tampoco con dificultad. La demora también viene porque desde que me puse con ella se me han ido cruzando otros libros entre medias, pero ahora estoy ya en la recta final y voy de carrerilla.
Es la historia de un matrimonio joven en Nueva York. Él editor de libros, ella corredora de bolsa. Son tres novelas. En otoño creo que se publica la segunda, y la editorial también tiene los derechos de la tercera. >>Amazon<<
En cuanto termine con McInerney tengo preparada Una librería en Berlín, deFrançoise Frenkel (Seix Barral). Es un novela muy recomendada, fenómeno literario en 2015 que todavía hoy te la puedes encontrar en las mesas de las librerías.
Cuenta la historia en primera persona de su autora. Frenkel es una apasionada de la cultura que fundó en Berlín la primera librería francesa. Con la Segunda Guerra se exilia a Francia ante la imposibilidad de continuar con su negocio, pero cuando llega la ocupación nazi también tiene que huir a Suiza. Muy mal escrito tiene que estar libro para que una historia no me guste. >>Amazon<<
Tengo unas ganas locas de volver a París. Y, entre otros, visitar la librería Shakespeare & Co.. De momento, viajaré de la mano de Boris Vian y su Manual de Saint-Germain-des-Prés (Gallo Nero). Tengo la última edición que publicó la editorial que incluía un mapa ilustrado. Es la primera vez que leo a Boris Vian y creo que va a ser todo un lujo re-descubrir a través de él uno de los barrios más emblemáticos de París. >>Amazon<<
Por si me quedo ganas de más París, y para alternar una novela más ligera tengo preparado un Menú de amor, de Nicolas Barreau (Suma de letras). Por primera vez una cuidada edición en tapa dura. Y es que en esta ocasión, además una deliciosa historia de amor, incluye un recetario: "ocho menús del amor del libro de recetas personal del autor". El patrón de las novelas de Barreau casi siempre se repite, aunque en las últimas a incluido algo más de suspense y tensión; pero siempre engancha y, al menos a mi, me sirve para desconectar de la rutina. >>Amazon<<
Para terminar el verano había pensado en Tiempo de tormentas, de Boris Izaguirre (Planeta). Hay muchos prejuicios con estos "autores televisivos" pero a mi, sinceramente, me encanta cómo escribe. Es de esos autores de los que no me paro a leer el argumento de sus novelas antes de abrir la primera página, porque solo con su narrativa ya me enganchan. Le descubrí cuando quedo finalista del Premio Planeta con Villa Diamante (hasta hoy sigue siendo me favorita), y a partir de ahí ya le reservé un sitio en mi biblioteca. >>Amazon<<
Aunque, como decía, en los boletines de novedades hay sequía generalizada, la editorial Malpaso sí que nos traído un "regalo" para julio: Cartas desde la prisión, de Nelson Mandela. Coincidiendo con el centenario de su nacimiento, publica un recopilación de más de 200 cartas que escribió relatando sus 27 años en prisión. Una oportunidad única para conocer al hombre cambió la historia. >>Amazon<<
¿Y vosotros/as?
¿De qué libros estáis disfrutando este verano?
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