París es siempre una buena idea - Nicolas Barreau

Rosalie Laurent es la dueña de una encantadora tienda de postales en el barrio parisino de Saint-Germain. Rosalie es ilustradora y la editorial del prestigioso escritor Max Marchais se fija en ella para ilustrar el nuevo libro infantil del autor. Todo un éxito hasta que un joven norteamericano, profesor invitado de literatura en la Sorbona, aparece en la pequeña tienda de Rosalie y reclama la autoria de la historia.

Por supuesto, conociendo la obra del autor hay lío amoroso de por medio.

«Ésta es una de esas novelas en las que te gustaría vivir.»  ̶Máxim Huerta.

Nicolas Barreau (París, 1980) es uno de los autores de éxito de la comedia romántica contemporánea. Fenómeno editorial que conocimos en España por La sonrisa de las mujeres. Posiblemente su mejor novela, hasta ayer. En las últimas publicaciones daba la sensación de una trayectoria involutiva debido a que los últimos libros que llegaron a España fueron los primeros escritos por el autor. Así, cuando en realidad había experimentado una maduración, para el lector español fue todo lo contrario. No obstante, no ha perdido fieles. Su marcado estilo y fórmula hipnotizadora logran que una vez abierto el libro, el lector no se despegue de la historia hasta el final.

En sus inicios eran historias sencillas, cuyo eje único y principal era una historia de amor. Concretamente, el hombre que busca a la misteriosa mujer de su vida. Con La sonrisa de las mujeres dio un paso más: propone como argumento primero una trama misteriosa, y la historia de amor se desarrolla en paralelo. Para París es siempre una buena idea Barreau recupera esta fórmula, aunque relega en un segundo plano la trama amorosa. El foco de atención se basa en descubrir al verdadero autor del libro infantil El tigre azul. En consecuencia a la investigación conjunta que llevan acabo la ilustradora y el joven neoyorkino, que reclama los derechos de autor, desenvoca una relación sentimental entre ellos.

El autor es fiel a su estilo ágil y directo, apostando más por la comedia que por la dramatización. Relata con soltura escenas rápidas y cómicas de un modo muy visual, casi cinematográfico. Demuestra maestría para entretener y enganchar al lector. Arrastrarlo de la primera a la última página. La ciudad de París es un personaje más y con contrato fijo en todas sus historias, del que se vale para transportar al lector al epicentro de sus historias.

Si en La sonrisa de las mujeres el lector tenía conocimiento de todos los vértices de la historia; en esta ocasión irá descubriendo acontecimientos a la par que los protagonistas. La intriga toma un cáliz importante, sin dejar de ser una novela romántica en sí misma.

Todas sus novelas han sido traducidas a varios idiomas con notable éxito, manteniéndose varios semanas, incluso meses, en las listas de los más vendidos en Alemania e Italia. No es tan popular como otros autores de este mismo género debido a su negativa a conceder entrevistas. Es prácticamente misión imposible encontrar alguna información biográfica o entrevista más allá de las cuatro líneas que aporta la editorial en las solapas del libro donde apunta su carácter tímido y reservado, y que no le gusta aparecer en público. Eso sí, todas sus novelas contienen ingredientes autobiográficos.

De padre francés y madre alemana, nació en París (1980) y estudió en la Sorbona lenguas románicas y literatura. Trabajó en una librería de la Rive Gauche hasta que decidió dedicarse a escribir. Publica con una pequeña editorial alemana y ésta es su quinta novela.

[Primer Capítulo - Leer]

PARÍS ES SIEMPRE UNA BUENA IDEA

Nicolas Barreau

Espasa, 2016

320 Págs.

Paris ist immer eine gute idee
[Traducción: Carmen Bas Álvarez]

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